Una cocina se ha convertido con el paso de los años en un espacio más integrado con el resto de la casa e incluso en muchos estilo, en un lugar para que la familia o incluso las visitas puedan convivir. Por esta razón, las cocinas han dejado de ser ese lugar apartado y sobrio para convertirse en fuentes de color y diseño que realcen el brillo general de la casa.
Colores hay muchos, pero las cocinas blancas están de moda por ser, quizás, las que más se adaptan a cualquier estilo: nórdico, minimalista, rústica, de líneas rectas, moderno, etc. Además, los muebles de cocina se prestan a combinar el blanco con otros tonos como el rojo o el negro y distintos materiales como la madera o el granito. Por ejemplo, si el ambiente de tu cocina es rústico, el mobiliario de cocinade madera en color blanco es buena opción; si prefieres el estilo retro o vintage, entonces el uso del vidrio debe estar extendido, y si tu elección es el estilo contemporáneo, un lacado puede resolver tus inquietudes.
Cocina más luminosa con el mobiliario de cocina
Los muebles de cocina blancos tienen diferentes acabados: lacado, mate, brillante, satinado, con listones, etc. Además, aportan en general una mayor luminosidad y una sensación de amplitud enorme. ¿Por qué? Sencillo, porque por estos motivos, las cocinas son propensas a realzar los detalles que queramos destacar en sus espacios.
Para efectos de luz, las cocinas blancas permiten una iluminación puntual que le brinda calidez. Esta iluminación puede darse por leds cálidos y lámparas de suspensión.
Y hablando de detalles, el uso del color blanco en una cocina implica aportar personalidad y dejar el espacio libre para colocar complementos con bellos contrastes, como cortinas, suelos, alicatados o incluso utensilios de cocina. El color blanco, tan neutral, permite una mayor combinación. ¿Aún quieres más razones para disfrutar una cocina blanca?
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