Aunque al reformar la cocina puede parecer que es el presupuesto lo que te va a condicionar, en realidad, el coste está más relacionado con los materiales y electrodomésticos de los muebles de cocina que con la distribución. Y la distribución depende de cómo uses ese espacio: la cocina puede ser solo el sitio donde tienes la nevera o el lugar de encuentro de tu familia incluso fuera de las comidas. Por supuesto, el espacio que tengas marcará tus posibilidades, pero contando con ellas debes tener clara tu idea entre esos dos extremos:

Reformar Cocina fundamentalmente práctica

Cuando la cocina se limita a cumplir las funciones elementales, el aprovechamiento del espacio es lo prioritario. En ese caso conviene que pienses en muebles de cocina hasta el techo, ya que tienen más capacidad y reducen las superficies a limpiar. Incluso puedes pedir que instalen cajones en los rodapiés para guardar manteles o cosas de menos uso.

Los electrodomésticos estarán donde más fácil sea su uso. Por ejemplo, la nevera resultará más cómoda cerca de la puerta ya que tiene más uso que otros electrodomésticos. Y olvida la mesa, pues normalmente será en el comedor donde hagamos las comidas.

Reformar Cocina vividera

Si quieres hacer de la cocina el sitio en donde charláis mientras preparas la cena o donde tomáis café hasta cuando no has comido en casa, hay que plantearse espacios más diáfanos. Probablemente, tendrás que dejar huecos entre los muebles y diseñar con ellos un frente bonito. Los electrodomésticos, y particularmente el extractor, necesitarán integrarse bien en los muebles.

Otro aspecto importante a cuidar será la iluminación, que deberá huir de los blancos fríos y repartirse en varios puntos teniendo en cuenta especialmente la mesa como lugar central de la cocina.

Con el espacio disponible y tu forma de vida conseguirás muebles de cocina que se adapten lo mejor posible a tus necesidades.