Si quieres reformar el baño, uno de los sanitarios más importantes que debes tener en cuenta a la hora de redecorar es el lavabo.

Además de imprimir carácter y darle un aspecto u otro tras la reforma de cuarto de baño, cada forma de colocar el lavabo tiene diferentes funcionalidades.

El lavabo en la decoración de baños

Según la forma en que se coloca tras la reforma de baño, tenemos diferentes tipos de lavabo:

Lavabo bajo encimera

Son los que encastramos en la encimera para dar efecto de poza. Suelen ser modelos minimalistas y cómodos, perfectos si quieres instalar una encimera que tenga continuidad visual.

Lavabo de encimera

Son perfectos para combinar estilos en reformas de baños, al encastrar sólo la base.

Resultan útiles para no tener que agacharse para llegar al lavabo y para que no se moje la encimera.

Lavabo sobre encimera

Nos permite instalar encimeras de materiales delicados, como la madera natural, ya que es más alto y tiene un soporte entre el lavabo y la encimera.

Lavabo semiempotrado

Es la opción ideal si se quiere mantener la encimera recta, sin cambios en la anchura, pero es muy estrecha, ya que sobresale del borde de la encimera.

Lavabo sobre mueble

Son muy útiles para aumentar la capacidad de almacenamiento del baño y reemplazar taquillones o armaritos que no encajen con la estética del baño.

Lavabo mural

Empotrado a la pared y suspendido en el aire. Están a la moda y dan sensación de amplitud en cuartos de baño pequeños, además de darle un toque moderno a la decoración de baños.

Lavabo tótem

Al ser robustos, aportan un estilo urbano y sofisticado, pero su diseño unitario da elegancia al conjunto.

En definitiva, hay opciones para todos los gustos a la hora de colocar un lavabo tras reformar el baño, solo hay que elegir la más adecuada a nuestras necesidades.

¿Por cual te inclinas tú?