Los suelos de terrazo, llamados en ocasiones de pavimento, son suelos vaciados o prefabricados formando baldosas de formas regulares, realizados con cemento endurecido. En algunos casos estos suelos pueden realizarse sobre el terreno, de corrido, sin necesidad de baldosas. Debes saber que su utilización, muy popular hace algunas décadas y casi olvidada en momentos recientes, ha vuelto a ponerse de moda, tanto para exteriores como en el campo del interiorismo.
Ya no es solo que el terrazo pueda presentar casi innumerables colores y motivos gracias a la mezcla entre piedras naturales y mármol, sino que su ductilidad ayuda a conseguir en cada caso piezas personalizadas al extremo en formas y colores. Con lo que el resultado es el exigido en un primer momento.
Además, te hablamos de un material de extraordinaria resistencia (sobre todo tras el paso de una prensa hidráulica) y se convierte en uno de los materiales más sencillos de mantener y duraderos. Una solución perfecta en, por ejemplo, el portal de tu casa, pero también válida para el interior de tu vivienda. Hoy en día, la enorme variedad en su oferta hace que sea muy utilizado tanto en exteriores como de puertas adentro.
Limpiando un suelo de terrazo o de pavimento
En ocasiones, se ha considerado que el suelo de terrazo es complicado y costoso de limpiar, optando por no incluirlo en terrazas o jardines, por ejemplo, por esa causa. Y no es cierto, dado que con unos sencillos consejos esa limpieza será sencilla y efectiva. El suelo de pavimento debes limpiarlo con una fregona, pasando siempre que se pueda la fregona en vertical al terrazo, para evitar contornos y marcas. En el caso de que haya quedado alguna mancha suelta, podrías limpiarla sencillamente con agua y jabón. En este tema este tipo de suelo también tiene un mantenimiento muy fácil.
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